viernes, 14 de junio de 2013

ACORDAR

Además de los “supuestos”, los acuerdos no acordados explícitamente también causan daños a las personas en sus relaciones laborales, más aún cuando las exigencias entre las partes involucradas son dispares y, por tanto, los resultados conforman sólo a una de ellas, mientras en la otra generan conflictos internos que no siempre se resuelven pacíficamente cuando se los exterioriza, más aún cuando se deja pasar el tiempo sin resolver dichos conflictos.

Etimológicamente, el término castellano “acuerdo” proviene del verbo latino accordare [1], el cual hace referencia al ‘cor – cordis’, es decir, al corazón. La palabra se completa con la “a” que en latín hace las veces de una preposición que denota origen (complemento circunstancial de lugar), y que en castellano es como decir que proviene ‘de’ o, ‘desde’. Entonces, podemos acordar que desde el punto de vista semántico, esto es, según el uso dado a la palabra, tomando la primera acepción abajo indicada, hacer acuerdos es resolver o determinar algo conciliando voluntades y “quereres” según la concordancia de los corazones de dos que decidieron algo en común.

Con la misma explicación, tomando otra de las acepciones de ‘acordar’, cuando digo: “me acuerdo de…”, no sólo estoy haciendo memoria con mi sentido interno homónimo sino, también, “sacando algo desde el corazón”, como quien expresa el fruto de una experiencia vivida desde su integralidad personal, es decir, como lo que somos: UNA PERSONA UNICA, y no uno que siente y vive por partes, aunque a veces sentimos divisiones internas que nos hacen ser múltiples ante nosotros mismos y ante los demás, sin que ello nos deje conformes, pues estamos como “tironeados” internamente y no logramos ponernos de acuerdo ni siquiera con nosotros mismos. Común experiencia de cuanta persona humana se precie de tal en esta historia de la humanidad.

Por otra parte, “celebrar acuerdos” no es sólo pactar algo exteriormente, que puede o no convalidarse con firmas y sellos, y que en el mejor de los casos nos beneficiará a los dos, ya sea en sus múltiples formas materiales, como por ejemplo económicamente, ya inmateriales, como ocurre cuando se acrecienta nuestro honor, fama y buen nombre, sino principalmente porque “celebro haberme y haberte aportado paz interior” en cuanto que hemos pactado desde el corazón, según nuestros sentimientos y convicciones, con delicadeza, con respeto, con ternura, con esperanza, con sentido trascendente. Celebrar acuerdos debería ser siempre un buen motivo para festejar los éxitos compartidos (win – win: “ganamos todos”, les gusta decir a los Popes de la Administración de Empresas).
 
Puede parecerte raro, o idílico, hablar en estos términos en el mundo de las empresas y en las empresas del mundo, pero, es el modo de aportarles humanidad, calidad y calidez humana. De ello, estoy convencido.

Por eso te propongo que revises seriamente cuáles son los acuerdos que rigen tu vida hasta hoy, que analices y concluyas si han sido explícitamente celebrados y asumidos por ambas partes o no, si vale la pena (o mejor dicho, la alegría) seguir manteniéndolos porque te permiten seguir festejando éxitos, o si son mochilas cada vez más insoportables de llevar.
Los resultados de hoy,
son los frutos de los acuerdos celebrados, o no celebrados, ayer.

¿De acuerdo? No dejes de comunicarte mediante esta dirección. reingenieria@empresasdefamilia.info

PD: Que el próximo Domingo celebres un muy feliz día del padre, ya sea porque lo eres, y/o porque homenajeas al tuyo. Él acordó que existas y te regaló la vida. Recuérdalo siempre.



[1] Cfr. Diccionario de la Real Academia Española © Todos los derechos reservados. http://lema.rae.es/drae/?val=acordar
Acordar: Del lat. *accordāre, de cor, cordis, corazón. 1. tr. Determinar o resolver de común acuerdo, o por mayoría de votos. 2. tr. Dicho de una sola persona: Determinar o resolver deliberadamente. 3. tr. Resolver, determinar algo antes de mandarlo. 4. tr. Conciliar, componer. 5. tr. Traer algo a la memoria de otra persona.. 6. tr. recordar ( traer a la memoria). U. m. c. prnl. Acordarse DE un hijo ausente. 7. tr. Mús. Disponer o templar, según arte, los instrumentos musicales o las voces para que no disuenen entre sí. 8. tr. Pint. Disponer armónicamente los tonos de un dibujo o de una pintura. 9. tr. ant. Hacer a alguien volver a su juicio. 10. intr. León, Bol., Hond. y Ur. caer en la cuenta. 11. intr. ant. Dicho de una cosa: Concordar, conformar, convenir con otra. 12. intr. ant. Dicho de una persona: Volver en su acuerdo o juicio. Era u. t. c. tr. 13. intr. ant. despertar ( del sueño). U. en Salamanca. 14. prnl. Ponerse de acuerdo.