Dime qué y cómo desechas y te diré quién eres
Economía Circular => Responsabilidad
extendida del productor
=> Consumidor Responsable =>
Matriz de posconsumo
El reciclaje es clave, aunque sólo es parte de la
solución del desafío que nos plantean los residuos, por tanto no podemos depender
sólo de eso, además no están armados los
sistemas de incentivos para que este material se reinserte en la economía. Como ya sabemos, los desechos no son basura sino elementos residuales que tienen un valor. De allí que es en regulaciones y en
concientización en lo que tenemos que trabajar por el éxito en el
cuidado de la Casa que nos es Común, por ejemplo podemos trabajar en leyes de
envases o en lo que se denomina responsabilidad extendida del productor.
No obstante, si sólo tratamos de
las matrices de producción y consumo, consideramos que es un reduccionismo dejar
de lado el aporte propio de la matriz del posconsumo, más aún cuando no se la
considera como tal. Todas debieran conformar una tríada sinérgica inseparable.
Si bien por la ley de la responsabilidad extendida del productor, éste ha de
contribuir a que el diseño y producción de sus productos contemplen la
disminución de la generación de residuos, y que los residuos por ellos generados
puedan ser recuperables y reciclables, hemos de tener en cuenta la instancia
posterior, en la que sólo participa el consumidor sin la intervención del
productor, aquel no siempre lo hace teniendo en cuenta su protagonismo y
responsabilidad en la generación de un posconsumo residual recuperable. El
consumidor ha de cambiar sus hábitos de consumo en función del posconsumo por
él producido, a fin de completar lo que el productor se propuso: que los
productos residuales sean recuperables y reciclables, y constituyan un gran
porcentaje de la materia prima para la fabricación de nuevos productos.
Por ello, en la práctica de la
economía circular se ha de favorecer que cada instancia: producción, consumo y
posconsumo, aporte a su modo a la sostenibilidad, asegurando la rentabilidad
económica, el ejercicio de la responsabilidad social y el impacto ambiental
positivo y reparador, no sólo no negativo. En este propósito, asegurar la
cantidad y la calidad de los residuos recuperados es muy importante para no
acudir con ligereza a la extracción irracional de materia prima virgen no
renovable. Desde esta perspectiva, la consideración de la matriz del posconsumo
es clave para favorecer un cambio cultural que asegure una dinámica de
producción, consumo y posconsumo sostenibles. Sostenemos que incluir a este
último en la ecuación ambiental es estar proactivamente un paso más allá en el
cuidado sustentable de los recursos naturales y del ambiente. Así, la solución
al problema socio-ambiental existente será real y no un mero planteo teórico.
¿Cómo transmitir y
aportar a la vida cotidiana este planteo de inclusión del posconsumo como parte
de la solución? Es necesario facilitar la búsqueda y el encuentro de los
beneficios que aportan, en este caso, los residuos sólidos urbanos. Todos hacemos lo que hacemos procurando un beneficio. Para ello
es menester bajar a la práctica el concepto de Valorización de los Residuos.
A tal fin proponemos
la siguiente definición de Valorización: conjunto de operaciones destinadas a optimizar las características de
forma y/o materia de los residuos sólidos urbanos, mediante procesos de
selección, reutilización, reciclado, compostado y todo aquel procedimiento que
permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos, en forma ambiental
y sanitariamente adecuada, a excepción del relleno
sanitario y la incineración sin recuperación de energía.
Una gestión integral de los residuos sin considerar la valorización de los mismos, como parte de la matriz del posconsumo, no es tal.