jueves, 21 de agosto de 2025

 No hay verdadero amor sin empatía

La palabra compartida regula las emociones, disminuye el cortisol, fortalece la empatía y permite que nuestras ideas, creencias y emociones entren en movimiento. No es magia: es neurobiología en acción. Y lo más hermoso es que no hace falta que la otra persona tenga las respuestas. Sólo necesita estar, mirar y escuchar, ya que el verdadero poder de una conversación está en lo que se construye entre quienes se atreven a abrirse.

Así sucede cuando conversamos con amor: el cerebro se aclara, el corazón descansa… y la vida, sin darte cuenta, empieza a cambiar, nos volvimos empáticos. La empatía es la llave de la puerta que nos abre al verdadero amor, y este siempre es fruto de aquella.