PyMEs SALUDABLES EN TUCUMÁN
La
ocasión del frío que disfrutamos en Tucumán en estos días me es propicia para
reflexionar a partir de la fotografía que abre mi Blog dedicado a Las Empresas Saludables. Ella congeló
en su imagen un instante de la Fiesta de la
Pachamama del 1° de Agosto de 2011, y todo lo que muestra y representa me
resulta significativo y emblemático de mi proyecto.
La bandera
de los Pueblos Originarios reúne una multitud de colores y se hace centro de
una Comunidad de personas que celebran su origen y le agradecen a Dios y a la
Tierra[i]. Todo
transcurría sobre el suelo aluvional de una lomada del amplio Valle de Amaicha,
el cual se convierte en un horizonte que nos desafía, sea porque uno puede
remontarlo río arriba siguiendo sus pequeños arroyos hasta llegar a los picos
montañosos en los que inician su curso, sea porque uno encare la escalada hacia
alguna de sus dos altas cumbres laterales. Desde la lógica del pensamiento
positivo, no vemos obstáculos en frente nuestro, sino desafíos sobre los cuáles
trabajar para lograr superarlos y hacer nuevos caminos. El Valle no nos
encajona en un destino último, nos abre horizontes nobles. Ejemplo de ellos son
las ciudades de los Quilmes y otras comunidades que por ahí se construyeron.
Estábamos
haciendo pie sobre un suelo árido, parece estéril pero no lo es, pues su aridez
representa la historia y el dinamismo que le dio origen. No era suelo de ahí,
ha llegado hasta allí. Es decir, tampoco es estático, tiene el ritmo de los
procesos que transforman desde arriba hacia abajo y desde adentro hacia afuera.
Así pasa en las Empresas, personas, situaciones o momentos áridos que se hacen
estériles si es que los dejamos ser como son por no hacemos cargo de
transformarlos desde su protagonismo, aprovechando sus mismas fuerzas, como se
hace en las artes marciales.
El viento
se hace mensajero de cambios, de novedades y de aportes que llegan desde otros
lares, los cuáles se depositaron allí de acuerdo con la ley de la atracción que
los han movido. Conocido es el dicho: “el
que siembra vientos cosecha tempestades”. No nos referimos a ese tipo de aportes
destructivos. En la vida laboral, si uno detecta un problema o una situación
problemática y se limita sólo a hacerlo evidente para culpar a alguien sin
aportar la solución, está sembrando la tempestad, en cambio, si a la
identificación del conflicto le sigue el aporte de su solución, es viento
novedoso y creativo. Las victimizaciones son nocivas desde todo punto de vista.
El frío
del invierno y el de las altas montañas no nos ha paralizado, hemos recorrido
un camino hasta llegar allí a ofrendar a la Tierra sus frutos, los que nos
regaló porque es generosa, y los que nos devolvió al haberla trabajado. Hemos
llegado también para completar la ofrenda de la Tierra toda a Dios, como quien
reconoce que todos hemos sido moldeados por el Divino Alfarero para ser socios
y administradores de su Creación. Así sucede en las Empresas cuando recogemos
los frutos de nuestro trabajo y los ofrendamos a aquellos que queremos
beneficiar con nuestro salario, con nuestro esfuerzo, con nuestro camino
recorrido aunque haya sido arduo.
Allí vemos
algo seco y algo verde. Son símbolos del cambio que ha ocurrido. Algo ya
cumplió su ciclo, algo ha llegado casi al final de su destino, mientras que
algo aún está cursando su proceso vital. Sin embargo, todo se respeta y se
lleva a su término propio y natural, todo necesita cumplir su finalidad, aunque
no siempre seamos absolutamente conscientes y conocedores de esas finalidades
particulares. También en las Empresas Saludables todo tiene un origen y su fin,
al cual se llega luego de vivir un proceso que las personas se encargan de
conducir a su finalidad. Procesos y resultados que deben ser pensados, pergeñados,
planificados, revisados, ejecutados y controlados dentro de lo que es normal y
natural para ellos, sin forzar logros que sobrecargan a las personas, lo cual
no implica no esforzarnos para obtener los frutos perseguidos. Es natural el
dinamismo dentro de una Empresa pero no en cualquier sentido, sino en el del
crecimiento y superación, porque la Empresa que no crece, no es que retrocede,
sino que desaparece.
Desde ese
momento de reunión, de reflexión y de celebración cada uno vuelve con una nueva
visión y misión a su lugar, las cuáles nos permitirán hacer nuevas las cosas
con la energía de la vida compartida, celebrada y ofrecida. Por eso las
Empresas Saludables tienen el dinamismo de la salubridad de las personas que
las componen y que, a su vez se hacen focos saludables en la sociedad. De
hecho, según algunas estadísticas, hoy en día las personas no buscan trabajar
persiguiendo sólo altas remuneraciones económicas, sino principalmente ámbitos
de trabajos en los que es posible construir y vivir un buen clima laboral, en
el que los aportes de cada uno sean valorados, recibidos por todos y
transformados en capital humano cualificado, no porque lo humano se reduzca a
una simple moneda de cambio, sino porque las riquezas materiales se humanizan
en función de la mejoría de las personas que conforman esa Empresa.
Las Pymes
Saludables son frutos de las personas sanas y saludables que se mueven en un
círculo virtuoso que a su vez redunde más y más en beneficio de todos,
incluyendo a más personas de tal manera que “los jugadores” que representan a
cada una de las cinco fuerzas que componen la cruz de Porter[ii]
(empresa, clientes, proveedores, competencia, entorno social), estarán en
contacto con “mi Pyme Saludable”, con lo saludable de mi Empresa y recibirán
ese beneficio.
No quiero
decir que sólo los sanos deben y pueden trabajar, eso sería discriminatorio,
quiero decir que la experiencia del
trabajo debe ser sanadora, sana y saludable.
A fin de
mostrar un ejemplo de un proyecto que se están llevando a cabo dentro de esta
dinámica de lo SALUDABLE, les recomiendo ver algo que tal vez, a pesar de bajar
el texto recomendado y leer el proyecto en su totalidad, los “negativo-pensadores” seguirán creyendo
que es imposible. Verán que no es así, sino que es cuestión de trabajar con
otra mentalidad empresarial. Se trata de una respuesta original y superadora, surgida
a partir de una problemática social, que está llevando a cabo el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna
mediante la conjunción de empresarios, gobierno, ONGs, y universidades en
nuestro país[iii].
Como
siempre, gracias por tu atención y nos comunicamos mediante:
[ii] Dejo a cada lector que haga su propia búsqueda sobre
este tema. Hay mucha bibliografía y sitios serios de internet para consultar.