jueves, 20 de diciembre de 2018


YENDO DE "LA CAPACITACIÓN COMO UN GASTO" 
A "LA CAPACITACIÓN COMO UNA INVERSIÓN" 
EN LA ORGANIZACIÓN

Cuerpo, Emoción y Lenguaje nos traen una  buena noticia

Me pregunto: ¿Cómo entusiasmar a los empresarios sobre la necesidad de que ellos y su gente deben capacitarse? Por lo general no ven la necesidad o, si la ven, no la dimensionan como de gran importancia. ¿Cómo ayudarlos a cambiar el chip de la Capacitación como un GASTO, una pérdida, por el de la Capacitación como una INVERSIÓN estratégica sobre la cual también pueden y deben esperar un retorno económico?
Ellos me preguntan: ¿Por qué necesito capacitar?, ¿Qué garantías tengo obtener buenos resultados? Acaso capacitar, ¿es lo único que puedo hacer para mejorar mi Empresa?

El producto de la capacitación, entendido como fruto, resultado, esperado luego de vivir un proceso de transformación/producción es múltiple: aprender, saber más, conocer cosas nuevas, cambiar actitudes y comportamientos, obtención de nuevas capacidades para hacer cosas nuevas, entre otros. Si en este listado de productos/resultados no consideramos los referidos al hacer, nos preguntamos: la capacitación ¿sirve? Categóricamente decimos que sí, ya que el aprendizaje vale por sí mismo en tanto es acercamiento a la ciencia y a la sabiduría, al mayor grado de conocimiento posible en el orden natural, y a la contemplación, en lo cual consiste el ocio. Es decir, capacitación tras capacitación nos alejamos del mundo de los "neg-ocios" (negación del ocio), de la acción. Sin embargo, aquí nos proponemos ver los beneficios de la capacitación para la acción dentro de las organizaciones en general.

En el dominio de las organizaciones, y de acuerdo con los fines propios de una empresa dedicada a la producción de bienes y servicios, y también en el ámbito de las acciones sociales ejecutadas por los organismos gubernamentales, una capacitación siempre debiera ordenarse a que sus protagonistas, luego de producida sean más capaces de hacer más y mejor. Esta adquisición de habilidades es la que nos permite y lleva al cambio de comportamientos, en tanto son fruto de experiencias de nuevas emociones y acciones, y no sólo de la adquisición de nuevos conocimientos teóricos, o de nuevas sinapsis neuronales. A su vez, las experiencias de las emociones no son sin el cuerpo, el cual una vez emocionado, nos avisa que hay otra vida más allá de los conceptos, más allá del mundo de las ideas.

Cuerpo, emoción y lenguaje nos traen una  buena noticia que nos ayuda a colegir: el aprendizaje es una actividad que implica al hombre en su humanidad total. Si de veras tuvimos una experiencia de aprendizaje, hemos de asumir que humanamente no somos los mismos que antes de haberla tenido y, porque nosotros hemos cambiado, somos hábiles para hacer algo nuevo y distinto, o de distinto modo. Creemos que una de las mayores resistencias al aprendizaje está fundada en no querer dejar de ser quiénes somos, más que en no querer hacer las cosas de un modo distinto, aunque la justificación del no cambio, generalmente viene por lo segundo y no por lo primero, que se juega a nivel inconsciente.

También solemos oír a algunos líderes organizacionales: aquí las cosas siempre se hicieron así y no hay por qué cambiarlas. En esos casos, afirmamos que quienes dan la vida porque no se cambie nada, no aceptan que para mejorar es más importante nuestro propio cambio que el de las actividades que lo concretan. Si nos negamos al cambio personal, el cambio de las acciones y actividades es sólo superficial, circunstancial, no estructural. Por esto creemos que cuando se dice que las capacitaciones no dieron el resultado esperado, la mayoría de las veces se debe a que sólo se quiso y permitió hacer un cambio de actividades sin generar el cambio de sus actores.

A continuación comparto un juego con palabras, no de palabras, que hice para profundizar nuestro conocimiento sobre el concepto capacitación. Busqué sus sinónimos y luego los sinónimos de sus sinónimos, y encontré todo esto:
  • Capacitación: adiestramiento, instrucción, preparación, aprendizaje, formación, entrenamiento, enseñanza.
  • Enseñanza: instrucción, cultura, educación, saber, sabiduría, erudición, precepto, educación.
  • Instrucción: ilustración, educación, conocimiento, cultura, erudición, saber, civilización, sabiduría.
  • Entrenamiento: adiestramiento, instrucción, preparación, ejercicio, guía, ensayo.
  • Educación: instrucción, formación, enseñanza, adiestramiento,  cultura, ilustración, aprendizaje.
  • Asesoramiento: sugerencia, consejo, recomendación, advertencia, aclaración, lección, informe.
  • Formación: disposición, organización, arreglo, orden, distinción, funcionamiento.
  • Actualización: reajuste, modernidad, modernización.
  • Comunicación: declaración, información, aviso.
  • Inversión: transformación, trueque, revolución.
  • Coaching: Training, Education, Schooling, Teaching, tutoring, instruction, preparation, driling, tuition, lessons.



Considerando este universo de conceptos y la exposición que la antecede nos surgen estas preguntas:
¿Cómo serán las vivencias de las ideas de ese universo de conceptos? ¿Cuáles serán sus emociones concomitantes? ¿En qué parte de nuestro cuerpo las sentiremos más reflejadas? ¿Cómo nos daremos cuenta de que no sólo estamos pensando sino también emocionando y sintiendo esas ideas que tanto nos cuesta entender? ¿Qué me significa ese universo que es la capacitación?

Podemos replicar este juego y las preguntas con todo lo que consideremos que sea materia de aprendizaje y constataremos, aunque hasta ahora no lo hayamos conceptualizado así, que sólo sabemos lo que hemos vivido, es decir: lo que hemos pensado, emocionado y sentido o, al revés, sentido, emocionado y pensado. Somos seres emocionales que aprendimos a pensar y no, sólo seres racionales sin más. Creemos que otra de las grandes reticencias al aprendizaje no es a pensar y entender (hacer trabajar al cerebro) sino a emocionarnos por lo sentido y pensado. El problema del aprendizaje no es sólo la supuesta falta de capacidad para pensar, sino las restricciones por las cuáles no nos permitimos sentir, más aún, por no permitirnos que las ideas nos pasen por el cuerpo de modo consciente. La experiencia del aprendizaje, del conocimiento, es tan humanamente integral como la de comer algo. De hecho, cuando nos preguntan ¿a qué sabe esa comida?, si no la hemos gustado no podemos responder que “la sabemos”. El Coaching es de gran ayuda para concientizar (hacer consciente) el proceso de aprendizaje mientras está sucediendo. Por eso el Coaching necesita tanto tiempo como el aprendizaje  de cada uno lo requiere, no es una dinámica que se hace en una reunión una vez al año. No es por limitación del Coaching, sino de la condición humana.

Volviendo a la búsqueda de respuestas a las preguntas que hacen los Empresarios al principio de este Blog, les proponemos otras preguntas más: ¿por qué el área de Recursos Humanos de algunas empresas/organizaciones (no todas la tienen), o de Capital Humano como prefieren llamarla ahora, se ocupa sólo del refrigerio corporal de sus empleados y no también de sus colaciones intelectuales y emocionales? ¿Por qué sólo creen que su gente trabajará mejor si tiene la “panza llena”, y no si también logra tener su mente, su cuerpo y sus emociones alineadas positivamente? Si una organización invierte en capacitación y, luego de esa experiencia de crecimiento humano, hay un justo y merecido retorno económico, hemos de reconocer que siempre será un plus sobre el capital vital adquirido, el cual no se puede quitar ni devaluar, y no lo principal. 

Para terminar, un par de preguntas más en nuestra reflexión. Si Ud. como líder de una organización invierte en capacitarse Ud. junto a sus miembros, ¿acaso cree que un buen retorno económico es más importante que el crecimiento del capital humano logrado por la capacitación y el impacto social y ambiental que conlleva? Como buen Líder, ¿no cree que es obvio que si tiene mejores personas que antes, también logrará mayores réditos económicos? Entonces, ¿por qué no capacita a su gente? ¿Por qué no se capacita Ud.? Opino que se debe a que Ud. no es un buen Líder, sino tal vez sólo un buen jefe. Las Organizaciones dejaron de requerir jefes, ahora necesitan líderes. Sin dudas esto implica un cambio de paradigma de los líderes sobre el valor y el rol de las personas en las organizaciones. Las consecuencias sociales y ambientales de los paradigmas mezquinos están a la vista de todos. Que los quieran ver o no, es otro tema.

Si no capacita integralmente a todos los miembros de su Organización, le aseguro que Ud. no es un buen ejemplo de empresario por más que su empresa tenga el tamaño de una multinacional y sea la mayor del universo en términos económicos, y Forbes[1] la publicite como la N°1 del 2018.

El mundo no será mejor por las abultadas cuentas bancarias juntando y alimentando polillas en el más seguro de los paraísos fiscales de la galaxia, sino por cuánto Ud. como líder de su Organización/Empresa junto a su gente sean capaces de agregar valor a la sociedad que la contiene, y cuánto más cuiden del ambiente que les permite crecer. 

Decididamente, si no nos interesa crear hoy el mejor mundo posible, si no creemos que es nuestra responsabilidad para con la humanidad, sigamos como estamos, aunque muchos lo lamentarán y, sobre todo, nuestra propia descendencia nos lo reclamará.

Brindo por el Éxito de su organización/empresa,
por un Feliz Año 2019 para todos,

y por las Capacitaciones que vendrán...