viernes, 13 de noviembre de 2020

Dime qué y cómo desechas y te diré quién eres 


Economía Circular => Responsabilidad extendida del productor 
=> Consumidor Responsable => Matriz de posconsumo

El reciclaje es clave, aunque sólo es parte de la solución del desafío que nos plantean los residuos, por tanto no podemos depender sólo de eso, además no están armados los sistemas de incentivos para que este material se reinserte en la economía. Como ya sabemos, los desechos no son basura sino elementos residuales que tienen un valor. De allí que es en regulaciones y en concientización en lo que tenemos que trabajar por el éxito en el cuidado de la Casa que nos es Común, por ejemplo podemos trabajar en leyes de envases o en lo que se denomina responsabilidad extendida del productor.


No obstante, si sólo tratamos de las matrices de producción y consumo, consideramos que es un reduccionismo dejar de lado el aporte propio de la matriz del posconsumo, más aún cuando no se la considera como tal. Todas debieran conformar una tríada sinérgica inseparable. Si bien por la ley de la responsabilidad extendida del productor, éste ha de contribuir a que el diseño y producción de sus productos contemplen la disminución de la generación de residuos, y que los residuos por ellos generados puedan ser recuperables y reciclables, hemos de tener en cuenta la instancia posterior, en la que sólo participa el consumidor sin la intervención del productor, aquel no siempre lo hace teniendo en cuenta su protagonismo y responsabilidad en la generación de un posconsumo residual recuperable. El consumidor ha de cambiar sus hábitos de consumo en función del posconsumo por él producido, a fin de completar lo que el productor se propuso: que los productos residuales sean recuperables y reciclables, y constituyan un gran porcentaje de la materia prima para la fabricación de nuevos productos.


Por ello, en la práctica de la economía circular se ha de favorecer que cada instancia: producción, consumo y posconsumo, aporte a su modo a la sostenibilidad, asegurando la rentabilidad económica, el ejercicio de la responsabilidad social y el impacto ambiental positivo y reparador, no sólo no negativo. En este propósito, asegurar la cantidad y la calidad de los residuos recuperados es muy importante para no acudir con ligereza a la extracción irracional de materia prima virgen no renovable. Desde esta perspectiva, la consideración de la matriz del posconsumo es clave para favorecer un cambio cultural que asegure una dinámica de producción, consumo y posconsumo sostenibles. Sostenemos que incluir a este último en la ecuación ambiental es estar proactivamente un paso más allá en el cuidado sustentable de los recursos naturales y del ambiente. Así, la solución al problema socio-ambiental existente será real y no un mero planteo teórico.


¿Cómo transmitir y aportar a la vida cotidiana este planteo de inclusión del posconsumo como parte de la solución? Es necesario facilitar la búsqueda y el encuentro de los beneficios que aportan, en este caso, los residuos sólidos urbanos. Todos hacemos lo que hacemos procurando un beneficio. Para ello es menester bajar a la práctica el concepto de Valorización de los Residuos.

A tal fin proponemos la siguiente definición de Valorización: conjunto de operaciones destinadas a optimizar las características de forma y/o materia de los residuos sólidos urbanos, mediante procesos de selección, reutilización, reciclado, compostado y todo aquel procedimiento que permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos, en forma ambiental y sanitariamente adecuada, a excepción del relleno sanitario y la incineración sin recuperación de energía.


Una gestión integral de los residuos sin considerar la valorización de los mismos, como parte de la matriz del posconsumo, no es tal.