Emprendedores independientes, Empresarios en desarrollo
El entusiasmo junto con la inspiración surgida para aprovechar una oportunidad y poner en marcha un nuevo proyecto emprendedor, a veces nos dejan sin dar unos pasos que nos ayudan a construir simultáneamente las bases sólidas para llegar a buen puerto.
Registrar la génesis
Siempre
hay un período de tiempo en el que se va gestando una idea y su modo de
llevarla a la práctica, hasta que llega el día en que las concreciones empiezan
a ser parte de la historia de una nueva empresa. Hay un camino que nos permitió
llegar al presente, un camino que no debe desconocerse ni negarse porque nos
caracteriza en el modo de ser empresarios. Es importante que ese proceso quede
registrado de alguna manera, pues nos llevó a encontrar el éxito conseguido. Poner
por escrito el modo de pensar, de reflexionar y de encontrar lo que uno busca en sus búsquedas ayuda
a ser concretos.
El
éxito al que me refiero es sobre todo eso
que nos da paz y entusiasmo en
el corazón, lo que refuerza la convicción de que debemos avanzar por ese camino
en medio de muchas incertidumbres propias surgidas en cualquier inicio. Alguna
vez, nos encontraremos en una encrucijada y ese proceso puesto por escrito nos ayudará
a encontrar una solución que nos convenza para continuar.
En
ese registro deben quedar identificados los logros conseguidos desde el
principio del proyecto, y también, lo que más nos costó conseguir y por qué. Eso
nos mostrará cuáles son los puntos fuertes y cuáles los que deberemos fortalecer
en nuestro modo de investigar y desarrollar. Una imagen nos ayudará a ver la
importancia implícita de esto: cuando
nace un BB, la madre también expulsa la placenta y nadie se acuerda de ella, ni
nadie llora por ella cuando es desechada, pero sin ella el BB no se habría
alimentado durante los nueve meses que le llevaron a ser la persona que ahora vemos
y nos alegra. Con lo que emprendemos en la vida nos pasa más o menos lo mismo.
Escribir
y registrar los testimonios de la evolución de la empresa nos da la posibilidad
de conocer nuestra identidad empresaria, cómo investigamos, desarrollamos,
fabricamos y vendemos lo que producimos, sea un producto o un servicio. ¿Cuál
es la Matrix de tu emprendimiento?
Primer producto a desarrollar, un método
de trabajo
Registrar la génesis no implica hacer un ayuda memoria para hacer siempre lo mismo y del mismo modo, sino dar un primer paso para generar un método de trabajo que perfeccionaremos mientras caminamos creciendo. Sobre todo para quien se perfila como trabajador independiente, para aquellos que serán sus propios “jefes y encargados”, la ausencia de un método de trabajo es garantía de fracaso. Cuando uno es empleado tiene a alguien que le marca el ritmo, sea porque él hace una parte de un proceso de algo que ya se hace de un determinado modo, o porque a alguien debe reportarse. En cambio, cuando uno es independiente y su propio líder, corre el riesgo de entrar en una rutina que lo lleve rápidamente al aburrimiento y/o a un lugar de confort que le impida desear y hacer algo nuevo y mejor día a día. Atención, ese es el momento en el que se ha dejado de emprender. Hay que generarse el antídoto para ese veneno, ya que nadie lo hará por uno mismo. Ese antídoto es el método de trabajo, es lo que nos ayuda a disciplinarnos, sin que ello implique achicar nuestros horizontes, de lo cual también hemos de librarnos proactivamente.
Tener
un método de trabajo mediante el cual uno defina objetivos y plazos de
ejecución de los mismos, nos ayuda a ser dinámicos y creativos. Ese método
también implica tener en claro los parámetros
y estándares de calidad a lograr. Hay veces que esos son marcados por la
demanda de los clientes, pero cuando muchos son capaces de producir lo mismo se
cae en la guerra por el precio con la competencia, en la cual casi todos
pierden porque terminan bajando sus beneficios o vendiendo basura. Saber
distinguirse de la competencia por métodos y parámetros que otros no manejan es
lo que marca la diferencia por la cual puedo ser más atractivo con mis
productos/servicios. Sin embargo, que uno los conozca y aplique hoy, no
significa que mañana mi competencia no me alcance y gane, por eso junto con el
desarrollo de los productos se deben trabajar los estándares de calidad de
manera que en las ecuaciones costo/beneficio
y precio/calidad marquemos la
diferencia sin perder en la rentabilidad del negocio.