miércoles, 4 de junio de 2025

Cuando liderar no es tener todas las respuestas, sino hacerse las preguntas correctas

Los líderes que inspiran, los empresarios que crecen con su gente (y no a pesar de ella), no son los que niegan los problemas ni los que buscan culpables afuera. Son los que, frente a una dificultad, se atreven a:

Ø  Sentir y aceptar lo que les pasa

Ø  Identificar las posibles causas

Ø  Nombrar con claridad lo que sucede

Ø  Contextualizar el problema sin aislarlo del sistema

Ø   Y, si hace falta, pedir ayuda para avanzar

Estos pasos no se pueden dar desde el ego o el papel de víctima. Requieren humildad, visión sistémica y coraje emocional.

Frases como “nadie sabe hacer bien las cosas” o “todo lo tengo que hacer yo” pueden sonar a desahogo, pero también revelan una trampa: la de quedarse esperando que otros construyan el contexto ideal para que uno finalmente “pueda” hacer lo que vino a hacer. Ese contexto perfecto no existe. Existe este mundo, el real, el que cocreamos cada día con decisiones conscientes o no.

Los empresarios que crecen en profundidad —no solo en rentabilidad— saben que los síntomas visibles (rotación de personal, baja productividad, conflictos internos) son señales de algo más profundo. Aceptar, contextualizar y mirar el sistema completo es el inicio de cualquier transformación genuina.

Porque al final del día, cada persona es también su historia, su entorno, su red de relaciones. Y ninguna empresa crece si quienes la integran deben dejar “afuera” lo que les pasa adentro.

Como Coach Organizacional y Consultor, acompaño a líderes que quieren crecer de verdad, con visión integral, conciencia social y vínculos sanos. Porque el desarrollo sostenible también empieza por casa: en el liderazgo consciente y sostenible.

🔹 ¿Sentís que hay algo que tu empresa te está queriendo mostrar y aún no lográs identificar?

🔹 ¿Querés trabajar en un liderazgo más humano, sistémico y transformador?

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