jueves, 20 de noviembre de 2025

 

Salir del antropocentrismo despótico:

una invitación ética para nuestro tiempo

En un mundo marcado por la crisis ambiental y la pérdida de valores, recuperar una mirada ética sobre nuestra relación con el planeta es más urgente que nunca. Los valores personales, sociales y ambientales no solo orientan nuestras decisiones: también sostienen la convivencia, fortalecen a las comunidades y crean las condiciones para un futuro más justo y equilibrado.

La perspectiva de la ecología integral, inspirada en la Encíclica Laudato Si’, nos ayuda a comprender esta interdependencia. El Papa Francisco propone nueve claves que atraviesan este enfoque: la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la certeza de que todo está conectado, la crítica a la tecnocracia y a los modelos de poder basados en la tecnología, la necesidad de repensar la economía y el sentido del progreso, el valor intrínseco de cada criatura, el auténtico sentido humano de la ecología, la urgencia de promover debates sinceros y participativos, la responsabilidad ética y política, tanto global como local, la superación de la cultura del descarte mediante nuevos estilos de vida.

En ese marco, invita a dejar atrás el antropocentrismo despótico, esa visión que coloca al ser humano como dueño absoluto de la creación y que legitima prácticas de explotación sin límites. Superarlo implica reconocer el valor propio de cada criatura y asumir nuestra responsabilidad en el cuidado de la casa común.

Desde la ecología integral —ambiental, social y económica— los valores se convierten en criterios que nos ayudan a preferir y elegir comportamientos que favorecen el bien común, la sostenibilidad y la plenitud humana.

Adoptar este paradigma significa elegir valores que promuevan el bien común, la sostenibilidad y la plenitud humana. No es una propuesta ideológica ni religiosa: es una apuesta por un sentido común más humano, más consciente y solidario.

Construir un futuro sostenible comienza por revisar nuestras creencias, nuestras prioridades y nuestras decisiones diarias.



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