sábado, 10 de diciembre de 2022

Ecología y/o Ecologías

Hay veces que se comete el error de tomar como sinónimos a las palabras ambiente y ecología. La ecología es una ciencia que tiene sus propias reglas y objeto de estudio: el ecosistema, del cual el ambiente es uno de sus componentes. La ecología ha contribuido al conocimiento ambiental, y se define por el estudio de las interacciones entre los individuos, las comunidades y el medio físico (naturaleza) en su contexto histórico, social y cultural.

Al referirnos al ambiente no podemos dejar de lado la heterogeneidad de abordajes cuyo conjunto nos da un acercamiento integral. Según estudios de Lucie Sauvé[1] se distinguen quince corrientes sobre el ambiente tenidas en cuenta en la educación ambiental, por ello no damos una definición como si esa fuera la única. Aquí nos detenemos en la interpretación que refiere al ambiente como la relación entre la naturaleza y la sociedad que la habita. 

Esta corriente naturalista constituye una actitud de apreciación, respeto y conservación del medio físico natural, del cual algunos aspectos de la modernidad nos han alejado. Una vuelta a la naturaleza requiere considerar cómo y qué de ella hemos de conocer. Siguiendo esta corriente, Steve Van Matre (1990) creó un Instituto de Educación para la Tierra cuyo programa educativo consiste en invitar a los participantes a vivir experiencias cognitivas y afectivas en un medio natural, explotando el enfoque experiencial y la pedagogía del juego a fin de adquirir una comprensión de los fenómenos ambientales y ecológicos para desarrollar un vínculo con la naturaleza en el que aprendamos cómo “funciona” ella.

La despersonalización de las relaciones humanas a la que llegamos por exacerbar la tecnología fue trasladada a las relaciones con la naturaleza, de la cual somos parte en cuanto seres vivos. Por ello necesitamos “reaprender” a entrar en contacto con ella con nuestro espíritu y todos nuestros sentidos para recuperar el sentido y valoración de la vida de todos los seres vivos según su naturaleza y finalidad específicas. Así, vemos que la naturaleza es en simultáneo educadora y medio de aprendizaje de sus derechos a existir por sí misma, y que no nos asiste ningún justificativo para atentar contra la más mínima expresión de vida que seamos capaces de reconocer como tal.

Si el problema socio-ambiental es global, su solución debe ser integral. Así es que también podemos considerar la existencia de una ecología integral que propicia el cuidado y conservación de todos los ecosistemas sobre los que se apoya la vida humana. Dicha ecología implica no solo lo ambiental, sino también lo social, lo cultural y lo económico en su devenir histórico. Entonces, al hablar de “uso sostenible” de los recursos, siempre hemos de considerar la capacidad de regeneración de cada ecosistema en sus diversas áreas y aspectos. 

En este sentido, es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios. Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores. (Papa Francisco, Laudato Sí #146).

Adrián Cervera 

Coach Organizacional, Mg en Dirección y Administración de Empresas, 

Lic. en Ciencias de la Religión. https://empresas-saludables-en-argentina.blogspot.com/

CAMBIOS o CRISIS,

OPORTUNIDADES o DESGRACIAS

 

Vivimos tiempos de cambios y crisis, una expresión muy escuchada en estos días. En realidad estamos cambiando todo el tiempo, sólo que hay veces en que somos más conscientes de ello, sobre todo cuando en algún aspecto de nuestra vida nos aprieta el zapato. Recién ahí tomamos conciencia de que algo incómodo nos está pasando. Esa conciencia nos permite preguntarnos: ¿qué me está pasando? En esos casos al respondernos solemos notar más lo que “está mal”, lo que “nos hace mal”, que todo aquello que nos puede hacer bien gracias al cambio presente.

Podemos decir que son tiempos en los que hay cambios de paradigmas, de modelos que otros nos proponen y tal vez no “manejamos”. Al inicio de este milenio alguien dijo que más que un cambio de época, se trata de una época de cambios. Percibimos que todo cambia vertiginosamente al tiempo que no registramos otros cambios más lentos, y que también nos modifican. El problema lo tenemos cuando nos damos cuenta de que "no manejamos" todos los elementos que conlleva el cambio, sino que éste nos maneja o, quiere manejarnos. No es cuestión de manejar, como quien maneja una máquina desde afuera, sino de gestionar, gestar algo desde adentro, a fin de conocer desde dónde y hacia dónde vamos, el por qué, el para qué y el cómo del cambio que nos atraviesa.

 

Junto a estas experiencias viene aparejado el sentimiento de que junto con el cambio emerge una crisis y, ante ella, por el solo hecho de nombrarla así nos achicamos, nuestros miedos e inseguridades nos limitan, se agrandan las imposibilidades mientras vemos desaparecer las posibilidades de nuestro horizonte existencial. Acabamos de entrar en crisis. Es el punto en el que el cambio ha cobrado absoluto poder y nos maneja hasta hacernos sus víctimas. Para aceptar su dominio y no ser vencidos de manera tan deshonrosa, expresamos con resignación: Mira cómo están las cosas, qué podemos hacer, nada…


Sin embargo, ante las crisis que nos propone el cambio que nos llega desde afuera, hay otro modo de ser y de hacer. Ser protagonistas y gestores de nuestro propio cambio, y de lo que nosotros necesitamos y podemos cambiar, sin dejar de considerar lo que vamos a conservar, pues no todo ha de cambiar por cambiar nomás

Un modo de adquirir y gestionar ese protagonismo es mediante el aprendizaje que podemos lograr mediante capacitaciones, asesorías y conversaciones de Coaching Ontológico. No obstante, sólo esta última profesión nos permite descubrir nuestras posibilidades, gestionar las creencias que nos limitan, acrecentar nuestros conocimientos, principalmente el conocimiento y gestión emocional de nosotros mismos en el contexto histórico que transitamos, y reflotar esas fuerzas y capacidades dormidas por falta de uso.

 

Por ello decimos que las crisis dejan de ser tales cuando el cambio puede verse y ser vivido como una transición para crecer y ejercitar nuestra creatividad, ponerla en práctica en cosas que ni nos imaginamos que somos capaces de hacer, para lograr objetivos que nos acerquen más a nuestros mejores ideales, a nuestra mejor versión. De este modo, mi propio cambio es el que aporta sentido y dirección al cambio que viene de afuera y no gestionamos, pero que nos afecta.

 

Veamos ahora algunos tips para capitalizar nuestro propio cambio.

·         Lo primero es no desesperarnos ni encerrarnos, sino abrir el juego, hablar con alguien que de modo positivo nos ayude a desmitificar y redimensionar los quiebre en los que nos vemos envueltos. Sacarnos los fantasmas, los pensamientos disfuncionales que nos creamos mediante esas conversaciones internas que solemos tener en soledad.

·         Trabajar para ser realistas, no podemos ni debemos cambiar todo, sino sólo lo que nos corresponde ante una determinada situación que nos impacta. No somos omnipotentes, sino poderosos. Pretender cambiar todo es inútil e imposible, y mucho más, si queremos cambiarlo ya mismo. Lo bueno y funcional es tratar de descubrir en qué dominio de nosotros aparece aquello de lo cual haremos una oportunidad, discernir qué es lo que necesitamos cambiar y qué vamos a mantener, identificar cuál es mi quiebre personal frente a esta situación que se me plantea como un mundo desconocido e imposible, o como una montaña que me cayó encima.

·         Al hacer estas dos cosas, ya estamos siendo protagonistas y gestionando nuestro cambio. La llamada “crisis” ya empezó a perder fuerzas con nuestra nueva actitud frente a ella. Ahí se parecen a esos huracanes que desde el mar se acercan con mucha fuerza, pero al llegar a la costa entran debilitados. La ayuda de un Coach Ontológico Profesional me permitirá darme cuenta de mis fuerzas dormidas, y a partir de mi declaración de lo que necesito y lo que quiero lograr, despertarlas para obrar en consecuencia. A esto le llamamos coherencia ontológica.

·         Es necesario evaluar dónde estoy parado, cómo estoy parado frente a la vida o a determinadas situaciones, identificar cuál es mi posición frente al objetivo que quiero lograr, reconocer mis fortalezas y mis espacios de aprendizaje, y si estoy a la defensiva o siendo agresivo, indiferente o proactivo. Así descubriremos hacia dónde necesitamos y queremos ir en la búsqueda de la disolución de esta situación que me afecta de manera disfuncional. Podré ver qué debo cambiar en mí, qué habilidades y competencias (recursos) debo incorporar, cómo lograrlas y avanzar hacia un estado mejor respecto del que fue un inicio caótico por donde se lo mire, o que mirábamos y sentíamos así.

·         En suma, un modo de afrontar los múltiples cambios que nos rodean es:

ü  ser protagonista y gestores de nuestro propio cambio más allá de los estímulos externos que nos despiertan, y así crecer y no caer en frustraciones y sufrimientos inútiles. La clave está en buscar ayuda y deshacer rápidamente los fantasmas fabricados, esos que solemos usar como excusas para justificarnos y no cambiar creencias y juicios limitantes e inmovilizantes.

ü  ver en dónde y cómo estoy parado frente al “problema”.

ü  trabajar en la búsqueda del objetivo que quiero alcanzar.

ü  determinar qué recurso/s me hace falta incorporar para lograrlo,

ü  descubrir qué debe pasar para darme cuenta de que ya lo logré,

ü  calendarizar días y horas de inicio de mis acciones que me llevarán hacia mi nuevo destino.

ü  ponerme un plazo, no como una condena a cumplir, sino como una motivación en mi camino de transformación y mejora.

ü  si en la gestión del cambio no estoy solo, sino que también a otros les incumbe el mismo quiebre, este trabajo interno pasa de ser personal a grupal, y ninguno queda eximido del otro, porque si cambia el grupo y yo no, seguiré siendo espectador de una obra en la que no quiero participar.

 

Protagonistas sí, víctimas no

(siempre terraza, nunca sótano)

Adrián Cervera

10/12/2022

sábado, 30 de julio de 2022

Sólo hay verdadero Rediseño Organizacional
si gestionamos LAS CAUSAS de su éxito


La gestión del cambio efectivo implica directamente la gestión de las causas que nos permiten lograr los efectos y objetivos deseados, lo cual nos libra de vivir sometidos al azar y a la incertidumbre plena. Por ello afirmamos que la reorganización de una Empresa se debe dar dentro de un proceso evolutivo.
El Desarrollo Sostenible no se trata de algo instantáneo ni de una sola acción correctiva, ni de un flash para una solución meramente coyuntural, salvo que se lo quiera encarar así, como muchas veces las urgencias lo exigen en la práctica cotidiana. Si éste fuera el caso, al menos se ha de ser conscientes de que se optó por vivir presos de la dinámica del eterno retorno, y que siempre habremos de estar empezando de nuevo. En y desde ese lugar, crecer y avanzar es un imposible metafísico, como la cuadratura del círculo o la circulatura del cuadrado. 

Planteamos que para reorganizar y hacer un cambio efectivo en una empresa, necesitamos gestionar un cambio estructural, sin que por ello no aceptemos ni atendamos las coyunturas del día a día. El paso de una situación inicial complicada en la que se encuentra la Empresa hoy, a una mejor situación final a la que queremos llegar, requiere que hagamos un tipo de rediseño organizacional en el que nos permitamos replantearnos todo lo que sea necesario, comenzando por el sentido de la existencia de mi Empresa, y continuando por la misión y la visión que guiarán nuestro proceso de refundación de esto que tanto queremos, la Empresa. 
 
La refundación y el cambio estructural así planteados no son otra cosa que el cambio de mi mirada sobre la empresa y su vida. Este es un cambio efectivo, y dado que es un proceso,  consideraremos por lo menos los siguientes cuatro momentos o etapas de ejecución:
  1. Definición de los principales elementos de la Empresa a considerar en el rediseño
  2. Diseño de la metodología a usar para la reorganización de la Empresa.
  3. Ejecución del rediseño organizacional, gestión del cambio
  4. Control del cambio logrado, medición de resultados y retroalimentación permanente.

En nuestra propuesta y práctica de Consultoría de Empresas, abordaremos el rediseño organizacional a partir de los conceptos de causa y efecto, y de la distinción de causas planteada por Aristóteles en La Metafísica, Libro 1,3. Esta visión nos ayuda a enfrentar el cambio organizacional de manera progresiva y organizada, ya sea que abordemos la totalidad de la Empresa, o una de sus partes. 

Durante mi exposición comprobarán que en sus Empresas ya tienen y usan casi todos los elementos del Rediseño Organizacional que propongo, aunque tal vez aun no los tengan identificados ni empleados organizadamente como herramientas de mejoras para sus Empresas. Desde la distinción de causas aprenderemos cómo se estructuran esos elementos que nos ofrece la Administración de Empresas como ciencia, y su aplicación e implicancias en el Rediseño de la Organización. Para facilitar la comprensión de cada Causa usaremos un ejemplo sencillo y casero, amasar pan.

Distinción de causas 

Dado que no todo causa un efecto del mismo modo, necesitamos conocer qué causa poner para lograr el efecto que deseamos. Por ello distinguimos conceptualmente cuatro Causas Principales: 1. Causa al Modo de la Materia, comúnmente llamada causa material; 2. Causa Formal; 3. Causa Eficiente; 4. Causa Final.

1. Causa al Modo de la Materia, también llamada Materia Primaes aquello de lo cual algo está hecho más los Instrumentos y las Operaciones necesarias para hacerlo.
  • En el ejemplo de amasar pan son los insumos e instrumentos (harina, agua, aceite, grasa, sal, azúcar, levadura, maquinarias y utensilios) más las operaciones (amasar y hornear).
  • En el caso de la Empresa es la Tecnología disponible y necesaria, todos los medios y recursos materiales –desde un pisa papeles hasta un avión si lo tuviera–, la Infraestructura básica de la Organización en sus dos áreas principales: Administración y Producción. En términos informáticos sería el Hardware (lo duro, la PC y sus periféricos).
2. Causa Formal: es aquello que un objeto es, su esencia
  • En el ejemplo de amasar pan es el pan en sí mismo considerado, qué tipo de pan es según sean sus variantes: por tamaños, formas, sabores, olores, texturas, etc.
  • En el caso de la Empresa, es la Empresa en sí mismo considerada: qué Empresa soy, o quiero ser y tener. Necesitamos definirnos para lograr una identidad; por ello consideraremos cuál es el sector de pertenencia, el mercado meta, el producto estrella, LA mejor propuesta de valor por la cual nos diferenciamos respecto de la competencia. La Identidad y la Cultura empresarial son claves. Muchos fabrican y venden lo mismo, sin embargo, como Empresa corren distinta suerte, unas fracasan y otras crecen debido a la coherencia entre su Marca y su Cultura Organizacional. En términos informáticos es el software (lo blando), el programa, el sistema, aquello en lo que se fijan los técnicos cuando quieren ver qué máquina tienes, y según eso te dicen qué puedes hacer.
3. Causa Eficiente: es aquello que ha producido ese algo
  • En el ejemplo del pan es el panadero y todos los agentes implicados en su fabricación, desde el que compra la materia prima hasta el maestro panadero y sus ayudantes.
  • En el caso de la Empresa, los agentes del cambio son todos sus miembros, todos los humanos con recursos. Son todas las personas con sus competencias necesarias para producir un buen funcionamiento de la Organización. Así se establecen roles, funciones y responsabilidades de cada uno según sus competencias, su puesto y objetivos a lograr. Todos = los Dueños, el Directorio, los Gerentes (mandos medios), y los Empleados.
4. Causa Final: es aquello para lo que algo existe, a lo cual tiende por naturaleza y puede llegar a ser, es eso a lo que habitualmente llamamos finalidad, fin, objetivo, resultado o meta. Es el BIEN perseguido por excelencia, y aunque se le llame FINAL, es la causa primera porque es la que mueve a las demás para ser causas como tales. Es la que tracciona a las otras tres.
  • En el ejemplo del pan es disfrutar del mejor pan que jamás haya comido. 
  • En el caso de la Empresa es la situación futura deseada. Eso que visiona la Empresa es lo que motiva y atrae a todos, el hacia dónde quiero ir o llegar (resultados finales) me lleva paso a paso por el camino de los Objetivos a corto, mediano y largo plazo. Esto sería imposible sin la alineación con la Estrategia, la Misión y la Visión y los Valores de la Empresa, complementados con el Control de la Ejecución de lo Planificado y de los Resultados obtenidos. ES EL ÉXITO MISMO. Quien tiene una Empresa y no busca ser exitoso no tiene derecho a poseerla, simplemente porque tampoco tiene sentido que esa Empresa exista.
Para iniciar un proceso de cambio efectivo en su Empresa, primero haga un diagnóstico para  identificar sus necesidades y, para lograr los efectos deseados, gestione los cambios necesarios de acuerdo a sus respectivas causas. 

Ese proceso posibilitará los cambios actitudinales que todos los miembros de la Organización necesitan hacer para mejorar la productividad y rentabilidad: el aprehendizaje de algo nuevo, y el despojarse de viejas formas se ser y hacer empresa constituyen la esencia del proceso de gestión de las causas del éxito, en el cual no podemos ignorar el mundo de la inteligencia emocional, porque somos seres emocionales que aprendimos a pensar. Querer cambiar sin que nada cambie en mí, es seguir aferrado a más de lo mismo que soy y hago hasta hoy. En este proceso lo nuevo aprehendido genera actitudes, acciones y resultados nuevos. Mientras vamos de camino contaremos con indicadores que nos confirmen si estamos  en el camino al éxito.

Sin capacitaciones y comunicaciones que aseguren una mejora de la calidad de las relaciones interpersonales en su Organización, no se pueden pretender cambios efectivos, estructurales y refundacionales, pues sin esas dos condiciones es imposible cambiar la mirada sobre la empresa y su vida cotidiana. No sirve de nada excusarse en la mala situación del País, a ella poco y nada le podemos hacer para mejorarla más que seguir trabajando, no esperemos que alguien haga algo por nuestra Empresa, las soluciones están en las buenas decisiones de sus dueños y líderes. 
 
Sólo Ud. sabe y puede hacer lo mejor por su Empresa 
si cuenta con las ayudas adecuadas 

"Del dicho al hecho, 
hay una conversación que lo hace posible"

Estamos para ayudarlo 

jueves, 17 de febrero de 2022

El gran valor de nuestros 

Emprendimientos Sostenibles


¿De qué hablamos cuando hablamos de Ecología integral y Economía circular; de Producción, Consumo y Posconsumo sostenibles; de ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible); de Empresas de Triple Impacto, Empresas B? ¿Por qué no hablamos también de Emprendimientos sostenibles y/o Emprendimientos de triple impacto?

En este artículo queremos destacar la gran importancia del impacto positivo de los Emprendimientos, por más Micro o Pequeños que sean o parezcan, si es que están hechos con conciencia de triple impacto: ambiental, social y económica. Es decir, si son sostenibles tienen mucha fuerza para producir el cambio de paradigma de la matriz de producción – consumo – posconsumo, y gestar una sociedad inclusiva, capaz de favorecer oportunidades de desarrollo genuino para sus miembros, y cuidar del ambiente que nos contiene, nuestra Casa Común.

Esto implica reconocer y aceptar que los modelos de gestión de los recursos naturales hasta ahora aplicados, no aseguran el desarrollo que vela por las capacidades de las generaciones futuras para cubrir sus necesidades vitales. De persistir en este camino, la humanidad entera llegará a estar en situación de NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas). Ese día, ¿se aplicará la ley del Titanic? ¿Se salvarán sólo los de la primera clase? ¿Con qué derecho se decidirá sobre la vida de las personas? ¿Acaso no estamos ya en esa realidad, cuando vemos que hay pueblos enteros viviendo en situación de extrema pobreza?

No debemos ni podemos permitir que siga repitiéndose esa historia de fracasos globales como humanidad, al contrario, debemos ayudar a redescubrir las exigencias de la llamada universal a la participación responsable en la vida económica, política, social y ambiental para crear una situación presente y futura mejor. A propósito de ello, las realidades sobre las que nos cuestionamos al inicio de esta nota, no se aplican sólo a productores de gran escala, los llamados gigantes del mercado, sino que todos estamos llamados a ser conscientes de los impactos que generamos, y a darles carácter positivo en lo social, ambiental y económico, asegurando desde la actividad productiva de cada Emprendimiento el sostenimiento digno de la vida en todas sus dimensiones materiales y espirituales.


Sin embargo, nadie cambia por cambiar nomás, sino por el beneficio que descubre en la nueva situación que busca alcanzar. El Desarrollo Sostenible que buscamos implica la mejora de la calidad de vida de todos, ahora y para las generaciones futuras, lo cual se manifiesta en el triple beneficio que produce la implementación de buenas prácticas en cada uno de nuestros Emprendimientos.

Para cambiar y cualificar nuestras prácticas empresariales hemos de diseñar y realizar emprendimientos con conciencia de cuidado ambiental y de progreso social y económico. Algunos de los múltiples beneficios que vienen aparejados al cambio de paradigma de producción, consumo y posconsumo, son:

1. Beneficios Ambientales: mediante las prácticas reales de gestión de los residuos que todos producimos con el Modelo de Generación 3R (Reducir/Reutilizar/Reciclar), hacemos uso racional de los recursos naturales y artificiales, cuidamos y mejoramos el ambiente de trabajo y su entorno, y logramos mayor higiene y salud, personal y ambiental. La mejora de la eficiencia energética produce una merma de la contaminación ambiental y, aunque no lo creamos, contribuimos a la solución del problema del cambio climático generado por los gases de “efecto invernadero”.

2.  Beneficios Sociales: si entre varios gestamos  emprendimientos asociativos, nos damos la posibilidad de tener un trabajo digno, en blanco y autogestionado, practicamos la solidaridad entre los socios y sus familias, cuidamos la salud personal y favorecemos que todos tengan asistencia médica, que se incluyan trabajadores de acuerdo con sus necesidades más que según sus capacidades pasibles de mejoras, aumentamos la seguridad laboral y social, y practicamos la cultura del encuentro en y desde el trabajo.

3. Beneficios Económicos: además de las ganancias propias del negocio, generamos ahorro de recursos, posibilitan mejores reinversiones si repartimos bien los beneficios, generamos ganancias genuinas, nos facilitamos el acceso al crédito, trabajamos por el crecimiento sostenible del emprendimiento asegurando el sustento económico personal y familiar. En lugar de pelear con la competencia y perder en una guerra de precios, podemos trabajar para ser más competitivos ofreciendo servicios que agreguen valor a nuestros productos.

 

Necesitamos dejar de pensar que nuestra actividad tiene sentido si sólo genera ganancias económicas. Es lícito ganar dinero, además lo necesitamos, aunque no es el único beneficio que debemos buscar, ya que hemos llegado a esta crisis socio-ambiental por la avaricia de gobiernos y empresarios irresponsables que han generado riquezas sólo para ellos y a costa de los muchos que excluyeron del mundo de las posibilidades de progreso.

Trabajar procurando y teniendo en cuenta los tres beneficios arriba citados, es sinónimo de ser conscientes de tres cuestiones fundamentales para ser sustentables: 

a) Los recursos naturales son limitados, 

b) La población humana crece de manera exponencial y, 

c) Todas las personas de todos los tiempos tenemos el mismo derecho de satisfacer nuestras necesidades sin ser perjudicados por los demás, ni perjudicar a nadie.

 

Teniendo en cuenta estos tres aspectos aseguramos la supervivencia del emprendimiento, es decir la sostenibilidad y productividad a lo largo del tiempo. A veces escuchamos decir: me fue mal, me fundí, y es cierto, pero eso no ocurre sólo por una causa ligada a un problema económico o financiero, las causas sociales y ambientales del fracaso también existen, aunque no se las quiera reconocer y asumir. Por ello es clave que el emprendimiento esté pensado principalmente como una solución para los demás, y por añadidura lo será con creces para nosotros, y más aún si es generador de valor para todos, incluido el ambiente por supuesto.


Esto es propiamente crear valor generando recursos genuinos, innovar siendo creativos y buscando  producir sinergias, en lugar de perder tiempo acentuando las diferencias y, ser constantes en el crecimiento que, aunque sea lento, nos llevará a mejores posiciones a largo plazo.

El ODS 1 de la Agenda 2030 de la ONU plantea: 

La erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones es una condición indispensable para lograr el desarrollo sostenible. A tal fin, debe promoverse un crecimiento económico sostenible, inclusivo y equitativo, creando mayores oportunidades para todos, reduciendo las desigualdades, mejorando los niveles de vida básicos, fomentando el desarrollo social equitativo e inclusivo y promoviendo la ordenación integrada y sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas.

En este cometido, los Emprendedores de los llamados Micro Emprendimientos tenemos gran relevancia y protagonismo, por la gran cantidad que somos, y por la gran calidad con la que podemos hacer las cosas.


Es hora de poner en valor el gran valor 

de nuestros emprendimientos sostenibles


Lic. Adrián Cervera | MBA – Coach Organizacional | cerveradrian@gmail.com