martes, 31 de marzo de 2020

El Teletrabajo (1)

Una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida humana

Podríamos, como quién comparte una de las muchas y originales recetas de comida que tal vez degustamos en estos días de cuarentena, ofrecer un listado de pautas y recomendaciones para el teletrabajo. Basta googlear home office, teletrabajo, trabajo en casa, o algo similar, para ver que las listas de buenos consejos sobre el modo de seguir trabajando desde casa son similares, y a veces muy frívolas. Más abajo podremos ver una recopilación de ellos y algunos links para investigar según los gustos de cada uno. Sin embargo, así como una receta de comida no tiene sentido en sí misma, sino en cuanto ese alimento puede satisfacer una de nuestras necesidades básicas, creo que el desafío de resolver lo mejor posible el teletrabajo debería ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento laboral habitual y a transitar esta etapa que estamos viviendo de la mejor forma posible y, también, a rediseñar nuestra vida mediante la incorporación de hábitos más saludables para otros ámbitos de nuestra vida personal, familiar y social. Es más, si trabajar desde casa no nos aporta una mayor y mejor calidad de vida humana, ninguna mejora de la productividad laboral lo justifica. Esta es mi perspectiva sobre este tema a fin de que salgamos beneficiados lo más posible, según como cada uno/a y como equipo de trabajo  decida accionar.
La vida, el destino, un murciélago, un virus, un DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia N°297/2020 sobre el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio), o lo que sea, nos puso en casa y con la necesidad de seguir produciendo algo para que el día que podamos volver a la calle digamos: no todo está perdido, hay cenizas desde las cuáles resurgiremos. Hace unos pocos días hemos sido desalojados, sacados, desinstalados, del lugar en el que todos los días nos sentimos útiles, y ahora estamos en casa junto a aquellos que reciben los frutos de nuestro trabajo, o solos, y cuanto más se estiran los plazos del aislamiento hay momentos en los que, laboralmente hablando, nos sentimos como sapo de otro pozo, y con razón, y con limitaciones para resolver bien los desafíos que nos propone día a día la convivencia presencial, y a distancia.

Pareciera ser que el problema no es sólo el encierro, sino que me falta el aire de la oficina (clima, ambiente, ámbito, etc.), ese aire que me inspira y mueve a justificar horas fuera de casa. Si en estos días no logramos generar en casa un aire similar, trabajar desde casa nos resultará imposible, o por lo menos muy difícil, ya que no sentiré que lo que hice en casa fue tan o más productivo como lo que hago en la oficina/territorio. A esto se suma otro desafío, los míos al verme trabajar en casa sabrán en qué ocupo mi tiempo, ese tiempo que muchas veces no les dedico a ellos, y el planteo puede ser: a juzgar por lo que te veo hacer, al fin y al cabo parece que tu trabajo no es tan importante como para que no estés más tiempo aquí, no?
Según estos planteos y mi perspectiva arriba expuesta, afirmo: si entre los tips ofrecidos para ser eficientes y eficaces en el teletrabajo no encontramos ayuda para resolver estas cuestiones de la vida personal y social, y otras que ya habrán experimentado, se nos complicará el trabajo y la vida hogareña.


NO SEREMOS LOS MISMOS, EL MUNDO NOS NECESITA MEJORES


Mg.  Adrián Cervera
Continua en El Teletrabajo (2)

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